Some people don’t know this about me, but I’m a journalist. I got a bachelor’s degree in Journalism with a mention in Audiovisual Arts, about a decade ago: during the beginning of social media. 

Writing is my passion, and I use it as my therapy as well: when I write and expose my emotions, I feel listened (even when I’m writing just for myself).

I always wanted to create a personal blog, even before lifestyle blogs were a thing. 

First, as a young entrepreneur in Venezuela, years after, as an immigrant in Canada. But the truth is that I always had a million excuses to keep it only as a dream:

I have no time, I’m working way too much, I don’t even speak English very well, I have nothing exciting to share. 

I don’t have money to go out just to take pictures in beautiful places every day, I don’t have the experience anymore, Social Media is not what it used to be… You named it! 

For a long period in my life, my last name must have been Excuses: I was Queen Procrastinator.

I thought I was focusing on settling down, creating a new life away from home, and it’s true, but I was also building a life away from my dreams and passions. 

When I came to Canada, I had to work my ass off like never before. I worked as a babysitter, a waitress (the worst in the whole world hahaha), in a packaging company, in retail, did promo, wine tasting, sales, customer service in an insurance call center. I did everything! 

And did all these things in my early 30’s (kinda old if you ask me), while trying to find my feet in a new country, learn a new language and live the first years of my marriage. 

Making new friends, missing family, sometimes feeling like a failure because I wasn’t doing what I like and know… and days were just going by and became years. Six years to be specific.

Now I realized that I was learning new skills every day, and that’s why my mind felt overwhelmed. I was becoming more humble. Enjoying the simple things, finding myself. Building a home and a family.

Then I became a mother, and there’s indeed a before and an after. My boy is my biggest motivation: he became the reason, not the excuse. And that’s why I’m here, connecting with myself again, doing what I enjoy and not only what brings money home.

It’s a hard decision to make, I need to make a living more than ever before. I’m scared. But I also believe that a purposeless life doesn’t make sense, right?

I don’t wanna become an influencer, I don’t resonate with that concept… I just wanna create a life my son can be proud of. Stop being a dreamer and start becoming a doer.

I’m creating my path, starting my own journey, exposing myself to show you that it is possible to find a balance between your profession and your children. 

I know there are people like me, wanting to quit their 9 to 5 soul-sucking job. Moms feeling anxious because they have to go back to work, and their baby needs to go to daycare. Women dreaming about creating a life doing what they love. 

To me, this feels like the beginning of the rest of my life in many ways. After long conversations with myself, ups and downs, years of waiting: I found my purpose! 

I hope this journey can help you find yours!

With love,

Carol

¿Por Qué Estoy Lanzando Un Blog?

Muchos no saben esto sobre mí, pero soy periodista. Me gradué en Comunicación Social con mención en Artes Audiovisuales, hace aproximadamente una década: durante el inicio de las redes sociales.

Escribir es mi pasión, y también mi terapia: cuando escribo y expongo mis emociones, me siento escuchada (incluso cuando escribo sólo para mí).

Toda la vida quise crear un blog personal, incluso antes de que los blogs de estilo de vida fueran populares.

Primero, como joven emprendedora en Venezuela, y años después, como inmigrante en Canadá. Pero la verdad es que siempre tuve un millón de excusas para que mis ideas fueran solo un sueño:

No tengo tiempo, estoy trabajando demasiado, ni siquiera hablo inglés muy bien, no tengo nada interesante que compartir.

No tengo dinero para salir sólo para tomar fotos en lugares instagrameables todos los días, ya no tengo experiencia, las redes sociales no son lo que eran … La excusa que quieras, ¡yo la tenía!

Durante un largo período de mi vida, mi apellido debió haber sido Excusas: era la reina de la procrastinación.

Pensaba que me estaba dedicando a establecerme, a construir una nueva vida lejos de mi país, y es verdad, pero también estaba creando una vida alejada de mis sueños y pasiones.

Cuando me mudé a Canadá, tuve que trabajar como nunca antes en mi vida. Fuí niñera, mesonera (la peor del mundo entero jajaja), trabajé en una empresa de embalaje, como vendedora en centros comerciales, hice promociones, catas de vinos, ventas, servicio al cliente en una compañía de seguros. ¡Hice de todo!

Y me tocó hacer todo esto ya llegando a los 30 (un poco mayor si me preguntas), mientras trataba de encajar en un nuevo país, aprender un nuevo idioma y vivir los primeros años de recién casada.

Entre hacer nuevos amigos, extrañar a mi familia, sentirme un poco fracasada porque no estaba haciendo lo que me gusta y sé hacer, los días pasaron y se convirtieron en años. Seis años para ser específicos.

Ahora me doy cuenta de que no fue tiempo perdido. Estaba aprendiendo nuevas habilidades todos los días, y por eso me sentía abrumada. Pero también me estaba volviendo más humilde. Aprendí a disfrutar de las cosas simples, y me encontré a mí misma. Construí un hogar y una familia.

Luego me convertí en mamá, y por supuesto que hay un antes y un después. Mi hijo es mi mayor motivación: se convirtió en mi razón, no en mi excusa. Y es por eso estoy aquí, conectándome conmigo misma, haciendo lo que de verdad me gusta y no sólo lo que trae dinero a la casa.

Es una decisión difícil de tomar, ahora necesito producir más que nunca. Tengo mucho miedo. Pero también creo que vivir sin propósito no tiene sentido, ¿verdad?

No quiero convertirme en una influencer, la verdad es que estoy cansada de la palabrita … Sólo quiero crear una vida de la que mi hijo pueda estar orgulloso. Dejar de soñar y comenzar a hacer.

Estoy creando mi camino, escribiendo mi propia ruta, exponiéndome para mostrarte que es posible encontrar un equilibrio entre nuestra profesión y nuestros hijos.

Sé que hay más personas como yo, que quisieran dejar el trabajo que sólo les paga las cuentas. Mamás ansiosas porque tienen que volver al trabajo y su bebé necesita ir a una guardería. Mujeres soñando con crear una vida haciendo lo que de verdad les apasiona.

Para mí, esto se siente como el comienzo del resto de mi vida. Después de largas conversaciones conmigo misma, altibajos, años de espera: ¡encontré mi propósito!

¡Espero que acompañarme en este proceso pueda ayudarte a encontrar el tuyo!

Con mucho amor,

Carol